El Precipicio (Reflexión)

Yo no se cuando las cosas se precipitan. La verdad que no me preocupa mucho. Si quieren precipitarse que lo hagan. Estoy viejo para temer. Estoy viejo para dudar de mis propias convicciones y de lo que he aprendido estudiando, leyendo y escuchando. Aunque parezca mentira me he pasado la vida aprendiendo diferentes y variopintas cosas lo que me da conocimientos y derechos reales para actuar, hacer y hablar. Sobre todo de lo que he aprendido de mis propias experiencias y estudios.
Hay mucha gente autodidacta que se jacta de saber cosas que ignoran por completo y de las que emiten opiniones, y con ellas juzgan, condenan o exculpan, aprueban o desaprueban sin saber, a personas, grupos de ellas, a situaciones y hasta a postulados…!...esto es terrible, colinda con lo irracional, insensato y estúpido. Realmente son miserables aquellos que creen que sin aprender algo y enterarse del asunto con detenimiento pueden expresar a viva voz opiniones al respecto. Es ridículo afirmar sobre lo que no sabes, muy peligroso. Puedes causar mucho daño y quedar al fin muy mal parado. Aparte de minimizarte frente a las personas que si saben sobre el asunto y que perciben el tremendo error y la vanidad demostrada con esa actitud el perjuicio que pueden causar puede ser irreparable. Es sorprendente la capacidad que tienen algunos individuos para emitir opiniones muy elocuentes sobre temas que no conocen.
¿Que lleva a las personas que desconocen un tema a opinar abierta y hasta airadamente y a discutir y juzgar a los demás muchas veces inclusive sin contemplaciones? …Es un misterio. ¿Envidia? ¿deseo de figuración?... Se lanzan al precipicio de la vida, tontamente. Se hunden en el pantano de la ignorancia y al fin, del olvido. Van a perder en algún momento, eso es definitivo. Porque esta escrito que aquellos que se comportan de esa manera tratando de hacer suyos conocimientos y reglas que desconocen para luego esparcir sus falsedades por los cuatro vientos están condenados a terminar en el saco del olvido. Abandonados por todos.
Tratemos siempre de aprender, enterarnos y comprender antes de hablar si nos damos cuenta que de lo que se trata esta fuera de nuestro alcance o de nuestro saber. Aprender no es malo y nunca es tarde para hacerlo. Mientras estemos en proceso de aprendizaje, estaremos viviendo; cuando terminamos de aprender, comenzaremos a morir.
El precipicio está ahí. No nos lancemos a el por vanidad. Seamos humildes y reconozcamos la superioridad de quienes en alguna materia nos doblegan y la inferioridad de aquellos que hablan sin saber realmente lo que dicen.
Seamos honestos con nosotros mismos. Estaremos en paz con nuestros espíritus y con las personas que nos rodean. El precipicio se habrá alejado de nuestro camino.
O mejor dicho, nosotros nos habremos alejado de el.
Intentémoslo.